domingo, 10 de marzo de 2013

La Meta Incierta



Vivir persiguiendo una meta incierta poniendo pequeños objetivos a medio plazo. Tras aquel fatídico año, en el que en el mes diciembre todo se cruzo, tras la pre temporada más dura que recuerdo, pues no me enfrentada nada más y nada menos que a la antesala del campo profesional, tras luchar y ver que no conseguía un hueco en amateur o que debía de sacrificar parte de mis estudios por un futuro un tanto incierto, decidí colgar. Los deportistas y en este caso los ciclistas estamos hechos de otra pasta, no tarde ni dos semanas en maquinar algo nuevo, quería probar en el mundillo del mountain bike, dándole vueltas de cómo empezar, caí en el gran circuito del que dispone nuestra provincia, empezar por algo de carácter popular para ambientarme, pulir mi técnica y quien sabe en qué otra meta fijar el objetivo. Esa misma tarde también me acorde de mi amigo Cesar, biker desde temprana edad y que me podía echar una mano, y una mano no me echó, me echó el brazo entero, me explico más o menos como enfocar el entreno y me abrió las puertas de mi actual equipo, sin duda agradecerle desde aquí todo su apoyo. La cosa no empezó mal conseguí en mi primera carrera en Ontur entrar entre los 70 primeros y hacer segundo sub 23. Pero bueno todo no podía ir bien, esa misma semana el jueves ya inscrito para mi segunda prueba en Tobarra, me produje una doble factura de cubito y radio en mi brazo izquierdo. A partir de entonces todo se volvió bastante turbio, no terminaba de centrarme en mis estudios, era mi primer año de universidad y siendo todo nuevo no terminaba de aclimatarme, la fractura, su posterior recuperación y todas sus secuelas las arrastre hasta abril/mayo, y di dicha temporada por perdida, y como si de un papelillo en una corriente de aire fresco toda mi ilusión se había desvanecido, la bicicleta paso al último plano de mi vida, no le cogí asco pero no terminaba ni de querer entrenar ni mucho menos sufrir.
 Pasados estos pequeños escollos comencé el año con un solo pensamiento acabar el mínimo de pruebas y conseguir un dorsal en cualquiera de los cajones para poder calentar antes de las pruebas, del circuito actual, el de este año. Cumplí de sobra el objetivo, pero en mi cabeza había algo que no cuadraba ¿donde quedaban esas ganas, ilusión y motivación por las dos ruedas?  ¿Cómo alguien que había disputado vueltas de 4 días en juveniles, entrado entre los 6 mejores de su equipo para disputarlas, y aportando todo para conseguir el ultimo año un gran tercer puesto por equipos en el ranking nacional, podía reducir sus ambiciones a acabar marchas populares? Pues la verdad no me lo plantee hasta hace tan solo dos meses, como dice un famoso cantante, “Un día tuerces una esquina y te tuerces tu también” pero esta vez fue para bien;  Manuel Cañaveras dio con la tecla una noche en la cual cenaba con José Raúl Martínez (otro importante pilar en mi “recuperación deportiva”), una persona como yo y llevando acumulados los kilómetros que llevaba a estas alturas no se podía permitir hacer el puesto que hice en La Roda, y no podía tener más razón Manu, eso me dio que pensar y esa misma semana cambie el chip, desde entonces todo ha ido mejor, y curiosamente en general, no solo en el ámbito deportivo, en la siguiente prueba que dispute me propuse como objetivo entrar entre los 100 primeros, lo cual conseguí con creces con un 88º puesto, manteniendo la siguiente semana el mismo objetivo en mente, disputando el día anterior una prueba en carretera, todo salió al pie de la letra. Como bien dice la primera frase de dicha entrada los objetivos intermedios son los que me llevaran a una meta un tanto incierta que no tengo marcada aun.
Sinceramente, la entrada y el estado que vivo ahora mismo de plena satisfacción por dar 2 de 2 en las dianas marcadas no es más que debido a el tesón y motivación que he conseguido recobrar, por los cuales saco tiempo de dónde puedo para esforzarme realizar unos buenos entrenos y mejorar día a día, y porque esto me ha devuelto un tipo de felicidad que tenia olvidada; aquella que se debe a nuestra superación propia, a nuestra recompensa por todas y cada una de las gotas de sudor caídas.
Hoy ha sido un gran día, en mi primera maratón btt de 72 km y 1700 metros de desnivel he conseguido el puesto 58º y he rozado el pódium en sub 23, 4º. Este también es mi mejor resultado en dicha disciplina (el btt).
Por último, quería agradecer desde aquí, a todo aquel que malgaste su tiempo en leer el texto, y especialmente a todos mis amigos y familia, a Esteban Parra, Manuel Cañaveras y sobre todo a José Raúl Martínez –mi Trijorra (jaja)-; por que por ahora el mayor objetivo está cumplido, la plena felicidad deportiva.

2 comentarios:

Jaime dijo...

:D keep going!

Anónimo dijo...

Estamos muy orgullosos de ti y no por el resultado, si no por el esfuerzo que has puesto y la ilusión que estás demostrando. Nunca olvides que la meta se tarda en cruzar menos de un segundo, y donde se emplea el resto del tiempo es en el camino y por tanto a este hay que darle mucha más importancia. Your family.